British Museum

El día siguiente comenzó lluvioso como anunciaban las previsiones, así que decidimos dedicarnos a hacer visitas de interiores.
Primero al Bristih Museum. La llegada fue un poco complicada, al salir del metro fuimos siguiendo a San Guguel hasta llegar a la famosa marquita puntiaguda, pero al llegar no estábamos delante de la puerta principal, ni nada que se pareciera a un museo, así que dejándonos llevar por la intuición terminamos en la puerta de atrás, Montague Place entrance, y no es lo mismo, es como ir a visitar una mansión y entrar por la puerta de servicio.

Una vez allí la única opción era subir unas escaleras que giran entorno al Buddha de Amitabha de China, yendo a parar a las salas dedicadas a Egipto, Grecia Antigua, Roma…Nos pareció bien para empezar.

La verdad es que yo me esperaba algo más amable de ver, la densidad de momias, sarcófagos, frescos, estatuas, jarrones, es tal que te llega a agobiar, si vas despacio leyendo las indicaciones la visita puede durar meses. Por lo tanto aplicamos el filtro de ver aquello que más te llama la atención, y cuando ves que el tiempo se te echa encima te recorres un par de salas mirando rápidamente a derecha e izquierda.

Al final siempre acabo haciendo más fotos de lo razonable, pero no os asustéis que no las voy a subir todas de golpe. En esta primera entrega, fotos hasta Egipto.

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