Cathédrale Saint-Just et Saint-Pasteur, Narbonne
Después de comer en Beziérs decidimos volver a Narbone, había que profundizar en la toma de contacto que hicimos el primer día. No podíamos despistarnos porque la catedral la cierran a las seis de la tarde, ¡estos franceses y sus horarios! No nos sobró mucho pero llegamos con tiempo para verla por dentro.
La catedral de San Justo y San Pastor es curiosa porque no se terminó nunca. Se inició en 1272 y las obras duraron hasta 1340, en este punto para continuar habría sido necesario demoler una parte de las murallas romanas, hubo una discusión al respecto que se zanjo cuando en 1353 el Príncipe Negro atacó la ciudad y comprobaron la conveniencia de tener una muralla. Posteriormente hubo un par de intentos de terminarla en los siglos XVIII y XIX. Se ve que al final siempre han tenido otras prioridades.
Canal de la Robine, Narbonne
A la salida decidimos dar un paseo por el Canal de la Robine para luego volver al hotel a descansar un poco hasta la hora de cenar. Por la noche nos sorprendieron con un concierto espectáculo en el parque junto al canal, para celebrar el 14 de Julio, nos gustó mucho, se llamaba la orquesta Jean Ribul, que nos ofreció un pequeño musical con un recorrido por diferentes estilos utilizando como hilo conductor una caja de música.
Orquesta de Jean Ribul, Narbonne
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