Para terminar el día fuimos a dar una vuelta por la City, pero a esas horas es una ciudad fantasma, todavía se veía algún pringao trabajando, o que acababa de salir y se marchaba rápidamente hacía la estación de metro más cercana, la mayoría de los bares y restaurantes cerrados, vamos ni sombra de la actividad que se supone durante el día.
Aun nos acercamos por curiosidad a ver el edifico que le llamaban “Walkie Talkie”, en el 20 Fenchurch Street, diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, y que se ha hecho famoso últimamente por chamuscar los coches aparcados debajo, y las tiendas de los alrededores. Ahora la prensa inglesa le llama “Walkie Scorchie”, El quemador Walkie, la finalización de las obras está prevista para este año que viene, digo yo que mientras tanto se pueden dedicar a comprar las fincas de los alrededores para poner una planta solar y así aprovechar su ingenioso diseño.
Una vez cubierto el trámite, por cierto por la noche el efecto no se notaba nada, y visto que no había mucho ambiente, decidimos apostar por lo seguro y fuimos a Leicester Square a cenar, pero primero dimos un breve paseo por China Town y el Soho.
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